jueves, 12 de febrero de 2015

Destino

He estado meditando acerca de esas cosas que pasan en nuestra vida y son totalmente ajenas a nuestro arbitrio. Me pregunto si acaso son consecuencias de decisiones pasadas sin contemplar, o si tal vez sea producto de una fuerza que no podemos controlar. Es decir, ¿existirá aquello que nosotros llamamos "destino"? ¿Será verdad que hay algo más allá de nuestra voluntad e iniciativa que dirige nuestra vida y guía nuestro camino?
Más de una vez he escuchado -y he dicho- la frase "si tiene que ser, será", "si está destinado a pasar, pasará". ¿Verdaderamente podemos sentarnos a esperar que los astros se alineen a nuestro favor para realizar alguna acción? Dudo mucho que podamos dejar todo en manos del destino, de la suerte o de como quieran llamarlo.
De todas maneras, acepto que hay veces donde las cosas no se dan por alguna razón. Existe algo de azar en nuestras vidas, una especie de modo aleatorio, pero no necesariamente eso tiene que ser una simple coincidencia. Personalmente no creo en las casualidades, sino en las causalidades. Es por eso que cuando algo no sale como queremos es posible que no sea el momento, el lugar, la persona. Y en esas situaciones es el tiempo quien decide si las cosas finalmente se concretan en algún punto. Pero que no se malentienda, que se necesite de tiempo no significa que podamos echarle la culpa cuando las cosas finalmente no suceden. Nos pasamos la vida esperando el momento oportuno para arriesgarnos y la verdad es que ese momento jamás existirá. Vivimos como si tuviéramos la eternidad comprada, como si siempre hubiese la posibilidad de una próxima vez. Considero que esa es una de las razones por las cuales nos conformamos sin siquiera intentarlo, porque creemos que tal vez mañana las cosas se acomoden por si solas, sin esfuerzo y entonces ahí, actuaremos. Qué ingenuos somos. Abramos los ojos; si es que existe el destino, necesita de nuestra ayuda para que las cosas salgan como queramos.

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