Han pasado varios meses desde la última vez que lo vi... Y no sólo ha pasado el tiempo, también han pasado cosas, personas, circunstancias que me alejaron. Hoy ciertos recuerdos han perdido nitidez. Es como si el paso del tiempo los hiciera difusos, casi irreales. Es como si todo hubiese sido un sueño y hoy por fin estuviese despertando.
Es una sensación muy rara la que me produce todo esto. Debería estar contenta por haber olvidado y sin embargo me siento decepcionada. No es que fuese fácil, me costó mucho llegar hasta este punto, pero siempre creí que el sentimiento iba a durar más.
He aprendido a aceptar en silencio los falles que me inundan la mente de vez en cuando. Son recuerdos fugaces, que vienen sin previo aviso y se van sin más. He aprendido a no sentir nada cuando escucho alguna canción que compartimos, incluso he dejado de guardar valor sentimental a las cosas que me regaló. Logré desprenderme del peso que sentía por todo lo que me rodeaba y me lo recordaba.
Y más allá de todo eso, tengo que confesar que aún, en lo más profundo de mi ser, conservo la ilusión de volverlo a abrazar. ¿Será sólo nostalgia? No lo sé... Puede que sólo sean mis ganas de aferrarme a algo que creí verdadero, aunque el paso del tiempo y la distancia me están convenciendo de que no era tan así lo nuestro. Tal vez todo fue una exageración y nuestro amor no tuvo la magnitud que yo le atribuí. Tal vez el día que lo vuelva a ver no sienta absolutamente nada más que añoranza de un tiempo que se fue. Tal vez finalmente lo dejé de amar. Así, ese amor eterno terminó después de varios finales, tiempo y distancia. Así de fácil...
No me conformo con pensar que el amor puede morir con tanta ligereza y resignación. No es posible que un poco de distancia basten para desaparecer todo rastro de sentimiento... Y sin embargo, parece que así es. Tal vez nos dejamos llevar demasiado. Tal vez exageramos. Tal vez nos dijimos "te amo" sin sentirlo... Tal vez, en realidad nunca nos quisimos.
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